martes, 29 de octubre de 2024

Acer palmatum

GRUPO A: Silvestres -Arctoterciarios-
SECTOR DEL JARDÍN: Pequeña laurisilva y zona de la Tarima redonda. 
De la familia de las Sapindáceas, el género Acer nace a finales del Cretácico. De aquellos primeros arces primitivos se empiezan a distinguir sus especies allá por el Paleoceno y entrado el Oligoceno, pero no será hasta el Mioceno cuando se definan la mayor parte de las especies que conocemos hoy día. 

El arce que presentamos hoy, Acer palmatum, no es natural de nuestras tierras, se desarrolló en Corea y Japón, de ahí que se llame comúnmente Arce japonés o Arce japonés palmeado (hay autores que también lo hacen natural de China, pero es este un tema aún controvertido, pues la mayoría de los botánicos designan los arces chinos como especies separadas de los del Japón y Corea). Aunque el palmatum  es el más conocido, como arces japoneses, se entienden también dos especies más, el Acer japonicum y el Acer Shirasawanum, este último especialmente bellísimo.  

Debido a esta gran belleza y sutilidad que muestran, con hojas verdes brillantes en verano y rojos, naranjas y dorados en otoño,  ha sido uno de los árboles silvestres con más cultivares que existen, desarrollándose multitud de híbridos que evocan maravillas entre los paisajistas japoneses desde antaño y, hoy día, en todo el mundo.   
Su hábitat natural son las laderas de montañas, donde conviven con otros arctoterciarios exigentes en humedad y frío, como son los abedules, hayas, alisos y alerces, con lo que, para que puedan introducirse en otras zonas donde no existen estas condiciones, se les exige, al menos, suelos profundos y ricos. Debido a estas características y teniendo en cuenta el lugar donde se encuentra este jardín botánico, plantearse la introducción de arces japoneses no parecía la mejor idea, sin embargo, nos ha sorprendido muchísimo comprobar como, el palmatun genérico, se ha acomodado sin ninguna dificultad, tanto a la sombra de otros árboles, como en las semisombras o a pleno sol, siempre y cuando cuente con agua en tiempos estivales y la tierra tenga tendencia a ácida, que es nuestro caso. 

La experiencia que tenemos con esta especie es muy grata, pues no se podía imaginar que este tipo de arctoterciario pudiera acoplarse tan bien en estas montañas medias del sur de Europa. 

En este momento, hay catalogadas en el jardín cuatro pies de Acer palmatum bien establecidos y repartidos por dos zonas concretas, dos de estos ejemplares, con más de 10 años de edad, ya son adultos y alcanzan o sobrepasan los tres metros de altura. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario