Abies pinsapo

 

GRUPO A: Silvestres -Coníferas-

SECTOR DEL JARDÍN: Bosquete de secoyas

A finales de marzo de este año, justo antes de que llegaran algunas generosas lluvias, tuve la satisfacción de comprobar que un grupo de pinsapos adultos que hay en esta sierra, a unos 1000 metros de altitud, aún siguen vivos. Entonces me temía lo peor, pero aguantaban allí estoicos a esta batida de sequía irracional a la que estamos sometidos sin explicación lógica, salvo lo que ya conocemos del artificio humano.

El pinsapo es un árbol muy valioso, un abeto autóctono de estos lares que se adaptaron perfectamente a los cambios climáticos naturales ocurridos en el terciario, que comenzó hace ya unos 65 millones de años. Desaparecieron después de las glaciaciones, pero quedaron unos pocos en la sierra Bermeja y hacen honor a una memoria histórica inolvidable.

No nos olvidemos los humanos que estos valientes supervivientes han de ser dignamente homenajeados, ultraprotegidos y fomentados en su reforestación. Lástima que los propios responsables de los parques no presten la atención debida a este acontecimiento excepcional, como a otros tantos olvidados.

En Jardín Natural Botánico Jamchen, hace año y medio que se han introducido dos ejemplares de alveolo forestal. Estos árboles son lentos y les cuesta un poco arraigar, pero, después de estos dos años, siguen adelante, y, aunque con un crecimiento muy lento, muestran todos los síntomas para que puedan seguir adelante. Se encuentran embutidos en un matorral de jaras blancas, muy cercanos a las sequoyas, que algunas ya superan los dos metros. Parece que el número dos, símbolo de armonía, cooperación y equilibrio, se repite en esta zona. ¡Suena a buenos augurios!