![]() |
| Salvia lavandulifolia subsp. vellerea. J. botánico Jamchen |
SECTOR DEL JARDÍN: Zona autóctonos
Tal como comentábamos en el artículo dedicado a la Salvia candelabrum, existen muchas especies de plantas valiosas que no solo deben estar protegidas, sino que, además deberían fomentarse con su repoblación en los lugares idóneos. Dentro de estas especies valiosas y singulares de Andalucía, encontramos también otra salvia, la Salvia lavandulifolia subsp. vellerea, llamada comúnmente salvia fina.
Se trata de un endemismo del Este y el sur de la Península Ibérica. La encontramos formando matorrales, en substrato calizo, magros o dolomíticos, desde los 300 metros hasta los 2100 metros de altitud. En las zonas bajas es más difícil de encontrar, pero en las zonas altas de las montañas, a partir de los 1.700 metros de altitud, forma matorrales densos en muchos puntos. Concretamente, en la Sierra de Tejeda, por encima de las Llanadas, hasta la subida del pico de la Maroma, se pueden observar buenas extensiones de ella.
En estas zonas mencionadas, junto a otras de altura de la Sierra Almijara, según los estudios y debido a la cercanía de pinos blancos naturales de la Almijara y la presencia actual de enebros y sabinas rastreras (Juniperus communis y sabina) con artos (Rhamnus saxatilis) y cerezos de montaña (Prunus prostrata), parecen que estuvieron dominadas en el pasado por buenos pinares-sabinares. Esta comunidad vegetal se llama Pino ibericae Juniperium Sabinae, y contienen características de pino rojo o albar (Pinus Sylvestris), Sabina albar (Juniperus thurifera) y otras sabinas, con alianzas de pino negro (Pinus uncinata) y pino blanco o salgareño (Pinus nigra subsp. salzmanii).
Lamentablemente, en la actualidad de Sierra Tejeda, a estas alturas no sobrevivieron pinos silvestres ni pinos blancos naturales, solo nos quedan repoblaciones posteriores de los primeros, que ya es algo. Una vez más, insistir que es una pena, en cualquier caso, que no sigan intensificando estas acciones que se hicieron en otros tiempos, y tengamos que conformarnos con los roquedos desnudos de hoy, a sabiendas que no es su natural idiosincrasia. Las labores de repoblación en este Parque Natural, son casi inexistentes, prácticamente, en los últimos 20 años.
Volviendo a la salvia fina, que era nuestro tema, me gustaría destacar algunas otras especies interesantes que conforman con ella la comunidad Juniperus communis subsp. Hemisphaerica, como son, aparte de los mencionados (enebros y sabinas rastreras, cerezos de montaña y artos, entre otros) y otros que me dejo en el tintero, como los almohadillados; el guillomo (Amelanchier ovalis), la boja o manzanilla de campo (Santolina canescens), la alhucema de Andalucia (Lavandula lanata) y el serpillo (Thymus granatensis).
Es muy bien conocido el contenido medicinal de esta planta, que fue usada con estos fines desde muy antiguo. Como ya hemos comentado en otros artículos, las propiedades de la salvia son inmensas.
En este jardín botánico, contamos con un pequeño ejemplar de Salvia Lavandulifolia subsp. vellerea y esperamos que podamos continuar reproduciéndola a partir de sus semillas.







