viernes, 29 de noviembre de 2024

Vitex agnus-castus

 

GRUPO: Silvestres alimentarios y medicinales. Arbustos mediterráneos.
SECTOR DEL JARDÍN: Autóctonos y pequeña laurisilva

El nombre castellano del Vitex agnus-castus es sauzgatillo. Se trata de un elemento de origen mediterráneo subtropical heredero de las antiguas laurisilvas, un interesante y precioso arbolillo caducifolio que nos lleva también a las épocas más antiguas de la humanidad, ya que fue usado medicinalmente y como alimento desde épocas muy remotas.

En su ambiente natural, el sauzgatillo vive en zonas húmedas y frescas, cercanas a los ríos, donde puede llegar a alcanzar los cinco metros de altura. Sin embargo, como buen elemento mediterráneo que es, puede sobrevivir sin problemas también en ambientes más secos y solados, siempre que se vea acompañado de otras arboledas.  

Actualmente, se le dan grandes beneficios medicinales comprobados, concretamente por su buena capacidad enemagoga, pero esta virtud para los problemas menstruales, es una de entre otras virtudes y ya se le conocía desde tiempos inmemoriales. 

Las referencias más antiguas de las que disponemos vienen de la Agricultura nabatea y del geópono andalusí Abu el-Jair, que da cita de otros autores más antiguos. En estas fuentes se destacan el valor de sus semillas comestibles, usadas 'para hacer pan en tiempos de carestía', de sus aplicaciones veterinarias e insecticidas y de las virtudes afrodisíacas de sus frutos.

Abu el-Jair recoge, en una de sus obras más importantes, la Umda, citas de los autores Dioscórides y Galeno, donde se detallan las diferentes formas de usar la planta.  
Decía Galeno que, "tanto a las hojas como las flores del sauzgatillo, no solo disminuyen el impulso sexual masculino sino que cortan la excitación y la impiden". Por su lado, Dioscórides hablaba de las decocciones de sus frutos para beneficiar los dolores e inflamaciones del útero de la mujer y para calmar las durezas de los testículos y las grietas del ano para los hombres.  

El epiteto latino agnus castus significa "casto cordero", que es "en lo que se convertiría el hombre si hiciera uso continuado" de la planta. Más tarde, durante el medievo, los monjes hicieron uso extensivo con estas intenciones. 

En este jardín existen dos ejemplares, uno ya adulto que se encuentra junto a unos naranjos en el extremo oriental del sector la Pequeña laurisilva, que es el que apreciamos en la imagen, y un pequeño ejemplar de pocos años que se encuentra en el sector de Autóctonos.   
 

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Cersis siliquastrum

 


GRUPO A: Silvestres -Arbustos mediterráneos
SECTOR DEL JARDÍN: Autóctonos
De la familia de las Fabáceas, tenemos una hermosa planta autóctona llamada el árbol del amor o árbol de Judas. Cuentan las leyendas que Judas Escariote, arrepentido por haber traicionado a Jesucristo, se colgó de un Cersis siliquastrum, y, desde entonces, este árbol tomó el nombre de este apóstol y también como símbolo del amor a Cristo. Aunque a mi me gusta más, particularmente, su relación con el amor por la particular belleza de sus flores moradas y sus hojas acorazonadas.   
Teofrasto llamó Cersis al género por la forma de su fruto, y a la especie en concreto Siliquastrum, le viene por su parecido a la algarroba. 

Otra característica particular de la forma acorazonada de sus hojas, es el asombroso parecido que tienen a las del género Cercidiphillum, emblemático arctoterciario que, extrañamente, y solo por la forma idéntica de sus hojas, coge nombre por los Cersis. Este género Cercidiphyllum, pertenece a la familia de las Cercidiphilláceas, y tiene las hojas opuestas, con lo que, actualmente, no tiene nada que ver con los Cercis, que son leguminosos y de hojas alternas, pero gusta imaginar que estos podrían haberse generado desde los mismos Cercidiphyllum. La imaginación sobrevenida por aquellos deleites del conocimiento de lo ancestral y de nuestra simple vista, bien pudiera llevarnos a desarrollar generosos argumentos a favor de este origen y dar una vuelta al mismo nombre que llevan ambas. La subfamilia de las Fabáceas llamadas Caesalpinioidéas, a la cual pertenecen los Cersis, son plantas de climas tropicales y subtropicales, como los Cercidiphyllum, con lo que no sería nada de extrañar que las semillas aladas, típicas de los antiquísimos Cercidiphyllum, un día decidieran transformarse y cubrirse dentro de unas vainas formando legumbres, dando un salto evolutivo de Orden botánico desde las Saxifragales a las Fabales.

En cualquier caso y más allá de imaginaciones varias, se trata realmente de un árbol muy a tener en cuenta en Agricultura Natural para combinar en nuestro bosque Natural de alimentos. Esto es porque, además de ser leguminoso y, con ello, suministrar nitrógeno a la tierra, nutriente tan necesario para nuestros frutales, es nativo de nuestras tierras sureñas del Mediterráneo Oriental, con lo que tiene buena resistencia a los periodos de sequía, a pesar de que su naturaleza son los suelos ligeramente húmedos y la frescura de las sombras. En su hábitat propio, suele crecer en forma de bosquecillo en las orillas de los arroyos, con lo que, hermanado con nuestros frutales que sean regados, van especialmente geniales. 

En este jardín existen dos pies, ya bien desarrollados, de esta especie Cersis siliquastrum.







jueves, 21 de noviembre de 2024

Diospyros kaki y Diospyros Lotus

 


GRUPO B: Silvestres frutales
GRUPO C: Frutales 
SECTOR DEL JARDÍN: Pequeña laurisilva y zona de bancales antiguos.

El género Diospyros aparece en el sur de China, el oeste de Norteamérica y Europa, en el Eoceno superior, desde entonces, configuró uno de los elementos más diversos que existieron dentro de los ambientes tropicales y subtropicales, a excepción de los Quercus, que los superaron.

En unos principios, los Diospyros fueron de hoja perenne, pero se adaptaron muy bien a zonas más templadas y se conformaron también caducifolios.  

En Europa el género se perdió con los enfriamientos sucesivos, sin embargo, en Asia se ha conservado silvestre hasta la actualidad. El humano comenzó a cultivarlo a partir del siglo VIII en China y Japón y, durante el siglo XIX llega de nuevo a Europa.

Desde el punto de vista del cultivo, una de las especies silvestres más importantes del género es el Diospyros lotus, ya que suele ser el porta injertos habitual del kaki, de nombre común caqui o palosanto. Lo de palosanto seguramente le viene por ser de la familia de las Ebenáceas, de donde se saca la madera de ébano. En cualquier caso, comúnmente se le llama palosanto a muchas otras especies, tales como el Rhamnus alternus, muy habitual en estas zonas, o el Acer monspessulanum o el Amelanchier ovalis, etc. 

El kaki es una fruta excepcional, muy dulce y deliciosa que posee numerosas virtudes nutricionales. Habitualmente, de los caquis que hemos conocido desde siempre en España, que solían ser de la variedad brillante, se comen muy maduras, ya que es bastante astringente cuando está la fruta aún dura, sin embargo, encontramos algunas otras variedades no astringentes, recién llegadas, que se pueden consumir peladas, como si fuera una manzana. Una de estas variedades es el Caqui Fuyu. En este jardín tenemos dos preciosos ejemplares que ya nos proveen de fruta.

En la zona de la Pequeña Laurisilva contamos con dos ejemplares de la variedad Sharon, que es astringente, pero, con una buena preparación en caja cerrada se maceran con el vapor de un chupito de alcohol y, en unos pocos días, ya se pueden comer duras y dulces. 

La causalidad de un caqui brillante que no agarró el injerto, hizo que se desarrollara su porta injertos, le podé la parte seca y lo dejé estar. Hoy día tenemos en este jardín un arbolillo de Diospyros lotus maravilloso, el caqui silvestre. Todavía no ha fructificado, pero se desarrolla muy bien y un día, cuando la naturaleza quiera, probaremos los pequeños frutos silvestres que den.